MUERTE
A LOS DIECIOCHO
|
S
|
iento la agonía en mi mente.
No puede moverme. Cuando llegue aquí, me sentí muy solo. Tengo una sensación de
amargura y solo
espero de encontrar
un poco de simpatía, pero no puedo hallarla. Veo solo cientos de cuerpos en tan
mal estado como el mío. Me han puesto un número y me han colocado en un sitio
donde se ve un cartel que dice: ACCIDENTES DE TRANSITO.
espero de encontrar
un poco de simpatía, pero no puedo hallarla. Veo solo cientos de cuerpos en tan
mal estado como el mío. Me han puesto un número y me han colocado en un sitio
donde se ve un cartel que dice: ACCIDENTES DE TRANSITO.|
E
|
l día de mi muerte era uno
como cualquiera. Como me hubiera gustado haber tomado ese día el bus del
colegio. Pero hacia demasiado frio y recuerdo como
rogué
a mi mama que me prestara el carro. Hazlo como un favor especial, le dije,
todos los chicos manejan. Cuando a las tres sonó la campana de salida, guarde
mis libros en el pupitre. Era libre, corrí hasta el estacionamiento en el colmo
de la excitación: Iba a manejar el carro y a ser mi propio
amo. ¡Libre!.
rogué
a mi mama que me prestara el carro. Hazlo como un favor especial, le dije,
todos los chicos manejan. Cuando a las tres sonó la campana de salida, guarde
mis libros en el pupitre. Era libre, corrí hasta el estacionamiento en el colmo
de la excitación: Iba a manejar el carro y a ser mi propio
amo. ¡Libre!.|
N
|
o importa como ocurrió
el accidente. Yo me sentía radiante, apreté el acelerador y empecé a cometer
toda clase de imprudencias. Lo último que recuerdo fue que me apresure en pasar
una anciana que conducía con una lentitud desesperante. Oí un ruido atronador y
sentí un horrible dolor. Los vidrios volaban a mi alrededor y todo mi cuerpo
parecía volteado al revés. Me oía a mismo gritando. De repente me desperté;
todo estaba muy tranquilo. Un policía se encontraba a mi lado, luego vi al médico.
Mi cuerpo estaba cubierto de sangre. Lo raro era que no sentía absolutamente
nada. ¡Por
favor no me cubran la cara con esa sabana! No puedo estar muerto, solo tengo
dieciocho años y tengo que cumplir
Una cita con mi novia.
|
L
|
uego me metieron e n
una nevera. Mis padres me identificaron. Por
qué me tenían que ver en ese estado? Por qué yo tenía que ver su terrible pena?
Por favor que alguien se apiade de mí y me despierte. ¡Sáquenme de aquí! No
quiero ver llorar a mis padres en esa forma. Mis abuelos se hayan tan afligidos
que caminan con dificultad. Mis hermanos parecen no creer lo que están viendo.
¡Por favor no me entierren!. Yo no estoy muerto. Tengo una vida por delante.
Quiero reír y correr de nuevo. Por favor, no me metan en ese hueco en la
tierra. Si me dan otra oportunidad, juro por dios que seré el más prudente de
los conductores. No más que otra oportunidad ¡por
favor Dios mío, sólo tengo dieciocho años!